sábado, 8 de febrero de 2014

BÚSCATE UN AMIGO



No es preciso que sea un hombre perfecto; basta que sea profundamente humano, que tenga sentimientos y un gran corazón. 

Que sepa compartir dolores y alegrías, hablar y saber callar, sobre todo, saber escuchar, gustar de la poesía, de la madrugada, de la música, del sol y de la luna, sentir un gran amor por alguien o sentir falta de no tener ese amor, saber guardar un secreto. 

Tiene que sentir los días tristes y respetarlos. Saber renunciar en favor de alguien.

Tener un ideal, y en caso de no tener, sentir el gran vacío que esto deja.

Tener resonancias humanas, voluntad de integrarse al mundo y en caso de no ser realizado proponerse como principal objetivo, ser amigo.

Debe sentir pena de las personas tristes y comprender el inmenso vacío de los solitarios.

Sentir pena de los que tuvieron y perdieron cosas queridas.

Gustar de la sencillez de los niños. Ser Quijote sin menospreciar a Sancho.

Búscate un amigo para pasear, disfrutar de la naturaleza, deleitarse con la música, leer; sentirse un ser humano.

Búscate un amigo que se entristezca con la separación, que quede conmovido y con todo el corazón desee nuestra vuelta pronto, que se conmueva cuando sea llamado amigo.

Búscate un amigo para no enloquecer, para poder contarle lo que se vio de bello y de triste durante el día, de los sustos, de las tristezas y de las alegrías.

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