Verdad, Justicia y amor

 

El ser humano puede equivocarse, errar y no perder valores por ello si lo hace de forma inconsciente, sin maldad. Errar no te hace mal, te ayuda si lo aplicas a posteriori para diferenciar lo que está bien de lo que está mal.

Hay personas que pueden subsistir a base de mentiras que le hagan una vida llevadera, algo más fácil, estas personas no son malas, por causas x no han aprendido a hacerlo de otra forma, bien sea por un problema de autoestima desde la infancia o otras causas, esa persona, en ese momento está” inventando una mentira”, fantaseando, maquillando las verdades sin ser muy consciente que eso pueda perjudicar a alguien y menos asimismo. La tragedia, lo que no debería hacerse nunca es “matar una verdad”, manipularla en tu beneficio, un acusación falsa por ejemplo. Algunas personas que dañan matando la verdad, enferman su alma de manera inconsciente, desapercibida(aparentemente) para ellos mismos y para los demás, pero esa persona sentirá en su interior un síntoma irreconocible en forma de frustración algo que callará y arrastrará como el fantasma que arrastra sus cadenas, un sufrimiento inexplicable para ellos, probablemente este tipo de personas con el ego en alza no querrán escucharse ni contar lo que ni ellos mismo reconocen sentir, pero las personas sanas de espíritu, abiertas de mente, pueden intuir a ese tipo de personas, por sus gestos, su mirada, su actos, su conducta, saben de su lastre saben que están enfermos de espíritu, porque las personas más espirituales tienen ese don, tienen un sexto sentido.
En otros casos, las personas que matan la verdad, si pueden acarrear fuertes problemas psíquicos que tan solo se podrían sanar invirtiendo el problema original. Ósea un cambio de actitud, voluntario de la persona, nadie puede hacerlo por ti, solo tú, es como vaciarse y volver a llenarse de energía renovada.

Aquí volvemos a lo de antes, los seres humanos podemos ser injustos en ocasiones, unos más que otros, esto entra dentro de la normalidad, el problema surge cuando una persona vive sin normas, sin leyes, a su libre albedrio, allí empieza el problema del desorden, del caos, pues se empieza por ahí y acaba perdiéndose a sí mismo.

El mayor logro del ser humano, es el desarrollo de sus facultades y la mejor facultad que se puede desarrollar para ser feliz , crecer y esparcir felicidad, es el poder del amor, ése es el que lo mueve todo y para bien, cuando una persona aprende el sentido del amor al prójimo, saborea la satisfacción que produce el bien ajeno, el amor a la vida, el amor a las cosas simples, el placer que produce beber un vaso de agua fresca, un soplo de aire fresco cuando estas bajo los rayos del sol, y ahí está la muestra en que estamos haciendo las cosas bien, todo fluye todo está en orden y armonía y nuestro ser ha pasado a un segundo plano y ésa es la mejor manera de verte a ti mismo desde la distancia, de apreciarte sin el ego que es el que nos ciega.