miércoles, 9 de octubre de 2013

Aprender a no ser desgraciado


No es fácil cambiar de modo de pensar. Es fácil ser feliz, pero aprender a no ser desgraciado
puede resultar difícil.


La felicidad es la condición natural de la persona. Esto es evidente cuando se
observa a los niños pequeños. Lo que es difícil es deshacerse de todos los
"deberías" y "tendrías que" que has digerido en el pasado.


El nuevo pensamiento requiere ser consciente de tus viejos pensamientos. Te has acostumbrado a patrones
mentales que identifican las causas de tus sentimientos en hechos externos.


Tú sabes regular tu mente cuando se trata de realizar trabajos físicos, talesmcomo enseñar a tus pies y a tus manos a que coordinen sus esfuerzos para conducir un coche. El proceso es menos conocido pero funciona igual en el universo emocional.


Has aprendido los hábitos que tienes ahora usándolos y reforzándolos durante toda tu vida. Te sientes desgraciado, enfadado, herido y frustrado automáticamente porque así aprendiste a pensar hace mucho tiempo. Has aceptado tu comportamiento y no te has preocupado de la posibilidad de cambiarlo.
Pero puedes aprender a no ser desgraciado, a no estar enfadado, o herido o frustrado del mismo modo que aprendiste todas esas actitudes de auto frustración.

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