miércoles, 9 de octubre de 2013

COMO ES EL VERDADERO AMOR A DIOS



pide y se te dará.
Lo que tú quieres, lo que te gustaría alcanzar, aquello con lo que tu alma sueña, eso es un anhelo que
viene de Dios. Ese deseo tuyo es un "susurro de Dios", es lo que El quiere lograr a través de ti, por eso, es un Mandato Divino, es algo sagrado.
Pero no se nos "susurra" un deseo sin darnos también la capacidad de realizarlo.

Dios te ama mucho más de lo que tú puedes imaginar.
"Pide y se te dará".

El problema es que lo que tú pides no es tan grande como lo que "el de arriba" quieren regalarte.
Tal vez te parezca terrible aceptar que estén dispuestos a darte algo tan grande: lo que seas capaz de
imaginar...

El Amor que estamos dispuestos a entregar suele ser el mismo que esperamos recibir.

Siempre nos faltará grandeza interior para esperar recibir lo que Dios realmente quiere regalarnos.

Hay toda una barrera de "imposible", "no puede ser" y, sobre todo, una fuerte tendencia a creer que el
sufrimiento, la necesidad, la miseria y la enfermedad son algo "bueno" a los ojos de Dios.

Siempre estamos dispuestos a esperar de El que nos mate en un accidente, que nos arroje a la miseria y
a la desgracia.
Así es nuestra idea del Dios Amor...

Nuestra idea de Dios es un reflejo de nuestra propia bondad o maldad interior.
Por eso, solemos considerar un verdadero "pecado" soñar con el éxito, la felicidad, la riqueza (¡qué
barbaridad; eso no!), la salud, el más hermoso amor y la longevidad hasta donde se nos ocurra...
Dios nos dice "pide, hijo amado". Nosotros respondemos "no me mates, no lances desgracias a mis
seres queridos, no me despojes de lo que tengo"...
Nuestra idea de Dios nos hace verlo como una especie de "Gran Tirano del Universo". Como tal, nos dirigimos a El; según eso, recibimos.

Estamos preparados para el fracaso y el sufrimiento, pero no estarnos preparados para el éxito y la
dicha.
Tenemos una "programación mental" que nos hace pensar que toda persona de éxito es "sospechosa".
No sabemos muy bien por qué, pero todo aquel que tenga, por ejemplo, una piscina en su casa, según
nuestras ideas, "no tiene las cuentas muy claras con Dios"...
Naturalmente, porque pensamos que Dios es el "Gran Tirano" que se complacería al vernos viviendo
entre ratas y delincuentes...

Es cierto que no todos aquellos que tienen fortuna la poseen gracias a haber actuado acordes con la Ley
Universal del Amor.

Porque hay dos tipos de riqueza; La que es fruto de la violación a la Ley del Amor y la que es fruto del Amor.

La que nace de hacer el bien y la que nace de hacer daño.

La que proviene de hacer el bien es un SALARIO JUSTO.
La otra es un acto de PIRATERÍA que jamás queda impune.
Cada centavo obtenido indebidamente tiene que ser pagado

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