domingo, 16 de febrero de 2014

Si cambias la forma de percibir tu entorno, el mundo se transforma



Vivimos en un mundo tan acelerado y lleno de obligaciones, donde todos tenemos la necesidad de cumplir con las tareas más elementales, que prácticamente no existe la posibilidad de dar cabida y ningún margen de tiempo para otra clase de actividades, como no sea el de continuar luchando para no permitir que el sistema de vida que llevamos nos gane la carrera por la sobrevivencia. De esa manera, irremediablemente estamos perdiendo la oportunidad de ocuparnos en las cosas que realmente nos deben de importar y con esto nos estamos refiriendo a la búsqueda del preciado alimento a las necesidades espirituales, dado que son lo que conforman nuestra verdadera esencia y la fuente donde inicia y termina nuestra anhelada estabilidad física y emocional.

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