Hay ocasiones en que la vida no te trata como esperabas, son momentos, etapas, en las que precisamente no te sientes feliz. Ves como va pasando el tiempo y no te ocurre nada positivo, o al menos nada, que tu puedas valorar como tal.
No hay que engañarse, no hay que dejarse llevar. Hay que luchar para demostrarnos a nosotros mismos que podemos con la vida, que no somos simples marionetas que nos dejamos arrastrar por las situaciones, sino que aunque todos sabemos que hay algunas circunstancias que nos conducen hacia un lado u otro, también tenemos algo que ver, y que nuestras acciones, sin ninguna duda, tienen consecuencias, a veces positivas y otras negativas.
Teniendo claro esto y suponiendo que las cosas no nos vayan saliendo del todo bien, no tenemos que sentirnos mal con nosotros mismos, tenemos que aprender de nuestros errores y valorar hasta lo que hacemos mal, para que la próxima vez, sepamos hacerlo bien.
Hay circunstancias en la vida que se aprenden haciendo; unas veces mal y otras bien, es lo que se denomina "ensayo-error", por supuesto, todos conocemos a alguien a quien "todo" le sale bien, y sabemos lo maravillosos que son, pero no por esta percepción errónea, suponemos que nosotros somos peores, quizá lo que a ellos les sale tan bien, a nosotros no, pero seguro que hay algo que es justamente al contrario.
Así que, lo mejor que podemos hacer, es darnos cuenta, de que nada (o casi nada) se escapa a nuestro control, que somos capaces de llevar la vida que queremos, y que el único problema que hay es que tenemos que aprender cómo hacerlo.
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