viernes, 28 de febrero de 2014

DEJANDO DE SER UNA NIÑA.



Con el tiempo aprendí
a ser una mujer
y poco a poco
dejé de ser una niña.
Con el tiempo aprendí
que una muñeca no lo era todo.
Y poco a poco
dejé de ser una niña.
Con el tiempo aprendí
que el amor no es obligado
es dado solo en el momento apropiado.
Y poco a poco
dejé de ser una niña.
Con el tiempo aprendí
que los sueños maravillosos que tenía
no se harían realidad,
solo eran sueños de una niña.
Poco a poco
dejé de ser una niña.
Como la oruga en su ciclo de vida
que poco a poco
lentamente en su capullo
se hace una mariposa.
Una mariposa que vuela,
una mariposa que vive,
una mariposa aprende,
una mariposa única.
Así como una mariposa
poco a poco
dentro de un capullo
compuesto de mis
sentimientos, pensamientos,
y lo que he aprendido de la vida
dejo de ser una niña
y me hago mujer.
Una mujer que sueña,
una mujer que vive,
una mujer que aprende
de la vida
día a día.
Y poco a poco
dejo de ser una niña
para ser una mujer.

SE AMABLE Pero no fácil
SE DIGNA Pero no orgullosa
RIE Pero no a carcajadas MIRA Pero con recato SE TIERNA Pero no flexible SE ALEGRE Pero no frívola CONVERSA Pero con mesura SE DULCE Pero no empalagues AMA Pero con recato ESCUCHA Pero no siempre creas SE MUJER PERO NO MUÑECA.

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