viernes, 28 de febrero de 2014

MIRÁNDOME DESDE ADENTRO...



Cuando las personas me ven pueden quizás notar que tengo muchos defectos o que cometo muchos errores. Señalan y dicen: "tiene esto, aquello y lo otro". Quizás a sus ojos yo no tenga gran valor, pero pienso que cuando Dios me ve, aunque observa mis imperfecciones, dice: "sí yo sé que cometes muchos errores y que las personas pueden centrarse en tus debilidades, pero cuando vienes a mí yo puedo ayudarte a cambiar y mejorar esas cosas. Cuando estás conmigo eres fuerte porque yo te sostengo y te impulso. Aunque el mundo te mire y no te conozca realmente, yo soy tu Padre y conozco hasta lo que tú misma desconoces de ti. Comprendo lo que ni siquiera tú comprendes y lo mejor es que mi amor por ti no es variable, es INCONDICIONAL". Y cuando medito en ese amor dulce de Dios me invade una paz en el interior porque finalmente es a él a quien tengo que rendirle cuentas de quién soy y lo que hago. Y se me llena el corazón de amor porque no existe un amor como el que siempre me ofrece él. Que aunque yo pueda ser infiel a él, él permanece fiel a mí. Que aunque yo a veces me pueda alejar pensando que él no está, él siempre se ha quedado a mi lado y no me ha dejado sola. Sí, es cierto las personas ven solo lo que está frente a sus ojos o lo que ellas creen ver, pero Dios me observa y me conoce como nadie y él sabe que aunque soy imperfecta, estoy intentando hacer lo mejor y eso es porque mi corazón le ama y le pertenece.

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