miércoles, 8 de enero de 2014

Dale Tiempo a Dios




PRINCIPIOS IMPORTANTES DE LA ORACIÓN
Si tienes un problema muy agobiante, una necesidad muy grande en tu vida;
tal vez el problema es que monopolizas toda la plática con Dios
y no le estás escuchando a Él para nada.

¡Deja de hablar tanto y toma tiempo para escuchar!
Escucha la Palabra de Dios.

Quédate en silencio y deja que Él te hable.
Cuando estés en silencio esperando en Él, escucharás un susurro, una suave voz.

Alguien llamó a eso “un impulso divino”,
pues es una impresión en tu corazón indicándote que tienes que hacer algo en particular.

Él responderá.

Algunos creen que orar significa seguir pidiendo y pidiendo,
seguir hablando y rezando y rogándole al Señor con una gran palabrería
y una gran insistencia para convencerlo de que nos conceda lo que queremos.
Este tipo de oración no demuestra mucha fe, ni confianza en que Él va a responder.
Todo lo contrario , demuestra tu falta de fe e incredulidad,
pues dudas que Él ya te oyó y que la respuesta está en camino.

Cuando ores, no necesitas seguir pidiéndole lo mismo
e insistir con tantas palabras tratando de expresar lo que quieres.
Lo que en verdad necesitas es seguir ‘creyendo’, y ‘esperando con fe’.

¡Espera que Dios te responda!
La respuesta está en camino, ¡Dios responderá!

¿Sabías que el sentido más sublime de la oración no es insistir o demandar a Dios?
Es entrar en comunión con Él,
remontando todo nuestro ser hacia los cielos y esperando con fe la respuesta divina.

Una palabrita, por Martha Snell-Nicholson: (traducido del Inglés)

A veces no oro con palabras.
Tomo mi corazón en mis dos manos,
Y lo alzo hacia el Señor …
… Yo se que Él me entiende.

A veces no oro con palabras.
Mi espíritu se postra a Sus pies,
Y con Su mano sobre mi cabeza,
Nos comunicamos en dulce silencio.

A veces no oro con palabras.
Pues estoy cansada y deseo reposar,
Y mi corazón encuentra todo lo que anhela,
Reposando sobre el gentil regazo de mi Salvador.

Si has orado mucho y aun no recibes la respuesta a tus peticiones
y sientes como si los Cielos están cerrados y Él se ha hecho el sordo a tus ruegos y oraciones,
recuerda esto:

Ninguna oración sincera a nuestro Padre Celestial ha sido ignorada o no ha sido respondida.
Pero también es verdad que Dios tiene Su tiempo para el cumplimiento de Su propósito.
Él sabe lo que es mejor para Sus hijos y a veces usa formas extrañas
para disciplinarnos y enseñarnos y eso lleva tiempo.

Dale tiempo a Dios

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