Soy palabra, a veces dulce, a veces dura, pero nunca vacía.
Soy sonrisa constante, como medicina del alma que me impide caer.
Soy llanto a la medianoche, en la oscuridad, a la luz de la luna junto a mi almohada, cuando la nostalgia acecha y el dolor lastima.
Soy sueños que quieren cumplirse y que luchan por permanecer, aun en los momentos en que todo parece imposible.
Soy un proyecto de vida, que lleva su tiempo, que exige mi esfuerzo de mujer comprometida y que me hace caminar hacia adelante, hacia el futuro.
Soy un movimiento incesante, nunca quieta, siempre pensando, siempre haciendo, porque en movimiento la vida realmente se hace significativa.
Soy un brazo extendido que busca tu cuerpo, para abrazarte, proteberte y cuidarte, que necesita de un hombro en el cual apoyarse.
Soy una piedra en tu camino, que a veces molesta, que a veces lastima, pero que indica un destino y no pasará desapercibida, dejará su marca, su huella
Soy una necesidad constante, que incesamentemente lo dice y que está buscando donde satisfacerse.
Soy lo que soy y estoy aprendiendo a conocerme.
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