martes, 17 de diciembre de 2013

LA SERENIDAD


La serenidad del alma se fundamenta en la paz del corazón. El que cree, apacigua su corazón con paciencia El que no, busca su razón en la ciencia.

No hay nada más apacible que la serenidad de un amanecer Cuando el día es una promesa en la que todo ha de nacer. Si tus pensamientos son confusos y tus dudas te dominan nútrete de la Palabra, en ella encontrarás la serenidad de los justos, alimento delalma. No es de extrañar que haya sensaciones que solo permanezcan en la creación divina, como la serenidad del alba en el bosque. Los hombres a cambio ofrecemos el ruido de los camiones de basura que limpian la ciudad antes de que se despierte pero
¿quién limpia la inmundicia que reside en nuestro corazón?
Hay causas que generan el mismo efecto como la serenidad.
La serenidad es el motor de la perseverancia, cuanto
más potente más lejos te lleva en tu empeño, con sosiego pero con firmeza.

“Mi pueblo habitará en un lugar de paz, en moradas
seguras, en serenos lugares de reposo.”
Isaías 32:18

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