domingo, 24 de noviembre de 2013

LOS ERRORES




El simple hecho de reconocer los propios errores es una virtud que admiro, ya que muchas veces se intenta justificarlos argumentándolos con mil y una excusa, como queriéndoles asignar un motivo por el que se cometieron para que así pesen menos en nuestra consciencia y tal vez creemos que de este modo enmendamos el error, nos protegemos o escudamos tras esto e inclusive buscamos a otros culpables, y no sé bien por qué, ya que al fin y al cabo si erramos pues ¡ya!…, lo hicimos, nos equivocamos, pero claro, aceptar el error muchas veces hiere nuestra autoestima y nos sentimos mal por ello. Y mira que nos cuesta admitir un desacierto. Nuestro ego siempre quiere tener la razón….

Debemos aprender a darnos cuenta de que no es tan dramático el equivocarse, puesto que la calidad humana no está en el cometer errores o no cometerlos, sino en saber reponerse de esos equívocos, porque equivocarnos…, lo hacemos todos a lo largo de nuestra vida y puede que inclusive sea con la gente que más queremos. La diferencia es que unos sacan de ellos enseñanza para el futuro y humildad, mientras que otros sólo obtienen o generan amargura, pesimismo o resentimiento.

Así que admiro a quienes tienen la valentía de reconocer sus propios errores y abiertamente son capaces de asumirlos sin nada más, sin rebuscar, sin sonsacar argumentos del pasado sin acusar de… simplemente reconociéndolos, asumiendo la responsabilidad y aprendiendo de ellos.

Gracias a mis errores he podido ver mejor aquello que tengo que trabajarme a nivel interno

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